Consumo de carnes procesadas y riesgo de demencia

Un estudio reciente vincula el consumo de carnes procesadas con un mayor riesgo de demencia

El estudio, presentado en el Congreso Internacional de la Asociación de Alzheimer de 2024 en Filadelfia, encontró que las personas que consumen al menos dos raciones semanales de carne roja procesada tienen un 20% más de riesgo de desarrollar demencia.

El estudio incluyó a más de 11.000 participantes que fueron seguidos durante un promedio de 20 años. Durante este período, se identificaron más de 11.000 casos de demencia.

El consumo de carne procesada se define como el consumo de carnes que han sido conservadas mediante ahumado, salazón o curado. Algunos ejemplos de carnes procesadas incluyen el tocino, la mortadela y el salami.

Los investigadores encontraron que el consumo de carne procesada estuvo asociado con un mayor riesgo de demencia, independientemente de otros factores, como la edad, el sexo, la educación y el tabaquismo.

Los investigadores sugieren que el consumo de carne procesada puede aumentar el riesgo de demencia debido al contenido de nitritos y nitratos en estas carnes. Los nitritos y nitratos son sustancias químicas que se añaden a los alimentos para conservarlos, pero se ha descubierto que también pueden dañar las células cerebrales y aumentar la inflamación.

Los investigadores señalan que sus hallazgos son observacionales y que se necesita más investigación para confirmar la relación causal entre el consumo de carne procesada y el riesgo de demencia.

Sin embargo, los hallazgos de este estudio añaden a la creciente evidencia que sugiere que el consumo de carne procesada puede tener efectos nocivos para la salud cerebral.